Me he divorciado para follar, no me hagas esperar

Cuando estaba casada, esta rubia madura necesitaba todo una serie de preliminares para echar un polvo, y eso que era el consabido del sábado, sabadete. Lo cierto es que su marido se había vuelto un flojo, raramente la hacía correrse con ese única follada semanal, y ni hablar de masturbaciones ni comidas de coño. Así que, ahora que es una mujer divorciada, se ha jurado que no volverá a pasarle. Tiene el coño mojado y caliente, así que su pareja tiene que estar ahí para aliviarla; de lo contrario, ya está llamando a otro y el anterior pasa a la historia. Como la puta madura es una verdadera diosa del sexo, todos cumplen sus requisitos, no quieren dejar de follar con ella.